Cuando llega el frío nuestro ventilador queda abandonado, se convierte en un objeto decorativo más sin sacarle el máximo rendimiento.Para combatir esto, hay ventiladores que tienen función verano/invierno y se pueden usar tanto en los días más fríos como en los más calurosos.
La función inversa permite que las palas giren en el sentido contrario de cuando lo usamos en los meses de verano, es decir siguiendo el sentido de las agujas del reloj si lo miramos desde el suelo.
Ese cambio hace que las palas impulsen el aire hacia arriba y desplacen el aire caliente hacia los laterales, baje hasta el suelo y vuelva a subir por el centro del ventilador. Este proceso permite caldear la estancia ahorrando energía usado junto con el sistema de calefacción.
El aire caliente sube y es por eso que conseguir el confort térmico cuesta tanto. Con el uso del ventilador es posible ayudar en el proceso y así conseguir la temperatura óptima con menos recursos y en menos tiempo. Igual que en verano ayuda a enfriar más rápido la estancia, si se usa junto con el aire acondicionado.
Además, esta función permite mover el aire sin causar brisa. Eso puede ser una ventaja para ventilar habitaciones en las que una brisa pueda ser molesta. Por ejemplo en habitaciones infantiles o bien si el ventilador preside una mesa, su uso no hará que la comida se enfríe rápidamente. Eso si, tendrá una mayor efectividad en estancias mas grandes y con alturas mayores. Sobre todo su uso será más eficaz en estancias donde tengamos fuentes de calor, como chimeneas, pelets, radiadores... que hagan que la temperatura del aire en el techo sea mayor a la del suelo.
